martes, 18 de marzo de 2008

martes, 11 de marzo de 2008

MUSEO DE ARTE



“¿Quién no siente la pureza de sus líneas arquitectónicas que le dan la seguridad de un puente sólido tendido entre lo finito y lo infinito?.¿Quién no capta que la armonía de los contrastes nos hace experimentar la anchura y la longitud, la profundidad y la alteza del misterio del amor y la belleza de que habla San Agustín en su obra inmortal, "La ciudad de Dios"?. ¿A quién no arroba en éxtasis de plegarias ese vaivén de combinación en los dibujos de filigrana que se hace sutil voluta perfumada de incienso?”, texto que en evocación de divina inspiración el cronista de la Orden de los agustinos, Fray Nicolás P. Navarrete nos relata la impresión primera al entrar a un edificio construido por la mano de la grandeza, diseñado por la danza de lo infinito y lo concreto, un edificio canta a las musas del recuerdo, a las musas que se encargan de llenar nuestra memoria de imágenes, digno edificio albergado en una de las ciudades más bellas de la republica mexicana, el museo de arte nos abre sus puertas y con ellas mas de 200 años de historia y belleza.
4 de mayo de 1731, por órdenes de Fray Luís Martínez Lucio, se comienza la construcción de este templo que no vería, sino hasta el 2 de octubre de 1743 colocada la última pieza, que conforma el edificio.
La retórica usada por los religiosos para ganar adeptos fue impartida en este templo, junto con otras ciencias naturales Historia, filosofa, astronomía.
Tenían los agustinos su morada en este templo, hasta que en la segunda mitad del siglo XIX, Juárez y las leyes de reforma desamortizaran las propiedades del clero y las convirtieran en propiedad del gobierno.
Durante años se convirtió el edificio en un cuartel militar, hasta que por ordenes del Presidente Porfirio Díaz se convirtiera en palacio representativo de los poderes federales, en el recuerdo de los queretanos vivirá también por largo tiempo la imagen de la oficina de Correos, donde se concentraba toda la correspondencia de la ciudad,
Pero no es sino hasta el sexenio del Presidente Miguel de la Madrid, que este fastuoso edificio se convirtiera en el museo de arte.
Rostros de rasgos indígenas son los que adornan los muros y los arcos del ahora museo, en dicha ejecución se muestra claramente la idiosincrasia mexicana.
Al entrar en el patio del museo podemos observar en las columnas resueltas en arcos, claramente la representación de la ideología Agustina, un niño con los pies bien plantados al suelo, en la segunda de las columnas un hombre de edad adulta que tiene ligeramente levantado uno de sus pies, y en la ultima columna un anciano con sus pies simplemente rozando el piso, lo que en interpretación de José Maria Cabrera, museógrafo del edificio, nos sugiere que el transito del hombre por la tierra tiene como principal objetivo llegar al cielo cumpliendo los mandatos divinos, el cielo no hace falta mas que levantar la mirada en el centro del patio para observar la aspiración de san Agustín en su orden.
También al observar los muros del templo podemos encontrar símbolos asociados con san Agustín como la mitra, el tintero como símbolo de su oficio como escritor, el báculo etcétera.
En la planta alta había seres antropomorfos, señales místicas de consagración de las especies , el pan y vino, símbolos del la trinidad divina, figuras de padres leyendo, trabajando en un huerto, con una calavera que sugiere su desprendimiento de lo terrenal, y de seres zoomorfos como sirenas, elefantes, felinos, pegasos, que son los pecados que tenían que vencer los sacerdotes para así aspirar al cielo.
Esta fastuosa construcción cuenta con dieciocho salas de exhibición, donde se muestran obras manieristas, barrocas, neoclásicas y modernas pertenecientes a la Exposición Permanente, que ha ido formándose a través de los años, gracias al acervo artístico creado por el maestro Germán Patiño. Por otra parte, el Museo posee la primera colección de arte del siglo XX propiedad de los queretanos, con 380 obras recibidas en donación, gracias a la generosidad de sus creadores, diversas instituciones públicas y privadas, amantes del arte y muy particularmente el entusiasmo de los Amigos del Museo.
El corazón de la ciudad alberga este magnifico templo considerado patrimonio cultural de la humanidad, una gran joya arquitectónica, un edificio que se cierne y canta sobre la inmensidad del tiempo y el espacio, un edificio que seguirá siendo parte del latir que mantiene viva a una de las ciudades con más historia y tradición, el corazón de la ciudad agradece al otrora templo de los agustinos, hoy museo de arte.

"NO HAY TIEMPO PARA ENSAYOS..."

Una mirada contemplativa, como una caminata en línea recta, satisfecha, amplia, un golpe de su batuta y comienza un gigante sonoro a andar entre espacios diminutos, temperamento diluido en matices tonales, frente a mi el director de la orquesta filarmónica de Querétaro, José Guadalupe flores, quien nos habla de su devenir creativo a través de las líneas del tiempo.
“No tenemos tiempo para ensayos generales, cada día es un concierto y hay que hacerlo bien”, difícil una mejor analogía para quien ha dedicado su vida entera a transitar entre 5 líneas horizontales, siendo este su mejor modo de expresión y de contacto con la realidad.
Eran las primeras horas de la madrugada y el pequeño José junto con su hermano eran levantados de la cama para cantar los arreglos que su padre, músico de profesión, escribía a lo largo de toda la noche, por lo que tiene su primer encuentro con este maravilloso arte antes siquiera de conocer el alfabeto.
Años después motivado por los ingresos que percibía decide entrar de lleno en el coro de la iglesia donde se presentaba, dejando de lado las posibilidades que el mismo se planteaba en la infancia de convertirse en químico.
Uno de los padres de la iglesia al percatarse del talento de este niño lo motiva a tomar el piano para desarrollarse, tiempo después ganaba mucho más de lo que el aspiraba y no solo eso sino que también es llevado por este padre para participar en un coro en Guadalajara, no habían pasado más de quince años desde que José había visto la luz primera.
Pero al estar en el coro de la iglesia el dirigía su mirada al maravilloso teatro degollado, se veía sentado al piano ante un auditorio lleno, que espléndidamente respondía a su calidad interpretativa, así que pronto desistió del os coros de la iglesia e ingresa a la orquesta sinfónica de Guadalajara.
A los 23 años, logra ser pianista de la sinfónica, hasta que un día un maestro alemán le sugiere un viaje que le cambiaria la vida, un viaje a Alemania para
desarrollar su conocimiento de la música, del piano y de su persona.
“Error, se acabo el piano”, comenta el director, pues al llegar a Alemania tiene que tomar una materia adicional y desde su perspectiva decide que la batuta no es muy absorbente ni celosa de su tiempo, pero vería su ‘error’ al decidirse por esta materia, traducido en su actual y exitoso modo de vida.
El conocimiento tiene mas formas de Adentrarse en nuestras vidas que las formas de una parvada en su viaje al sur, en Europa no solo desarrolla su técnica sino que además aprende que la idiosincrasia europea con respecto al músico es un universo distinto, que el músico no es un borracho ni un mujeriego, sino que es una profesionista como cualquier otro, con la misma dignidad y amor por su trabajo, y autores de esta enseñanza fue la gente que el conocía en la calle, barberos, cocineros, que le daban su respeto al mencionar que su profesión era la de músico.
Al concluir sus estudios regresa con la orquesta sinfónica de Guadalajara, ahora con el puesto de director de orquesta.
Hoy a 37 años de distancia, José Guadalupe Flores volcado a su pasión y a su talento, busca que los asistentes salgan de la sala de concierto con el alma tocada, con el goce que años de estudio han construido.
“no basta una vida para conocer toda la música que se ha escrito”, nos comenta el director con respecto a la música que le gustaría tener en el repertorio de obras interpretadas, pues aunque han pasado más de 40 años desde que inicio su carrera, sigue redescubriendo y encontrando autores brillantes y sobresalientes.


Uno de sus propósitos es continua acrecentando la cantidad de gente que se reúna en los conciertos de la filarmónica y hacer de este un movimiento que se incremente año con año, para lograr tal objetivo tiene claro que las visitas a las escuelas de educación básica son primordiales pues es ahí donde se encuentran los futuros conocedores, los futuros talentos que llenaran los auditorios de magia y de sonidos armoniosos.