jueves, 31 de julio de 2008

Nivada

El tiempo es la sustancia etérea que transporta al hombre entre sus sueños y sus necesidades, es concepto subjetivo que transforma caprichosamente lo que toca, a sabiendas de esto, el reconocido oriundo de la capital del país: José Luis Cuevas, ha convocado a varios artistas de distintas generaciones y lenguajes plásticos a realizar una obra que evoque al tiempo desde su propia perspectiva. Es así como, con el apoyo de la conocida marca de relojes Nivada: ‘la Sala del Tiempo’ nos invita a reflexionar en la Galería Municipal.



Este proyecto creado gracias a la iniciativa de Andrés Holzer, director del Grupo Nivada, es traído a nuestro estado después de curbrir las paredes del museo José Luis Cuevas en el Distrito Federal, con el fin de enmarcar los festejos por el aniversario número 447 de la fundación de Querétaro y el sexto aniversario de la Galería Municipal Rosario Sánchez de Lozada.

El título de la obra de Cuevas: ‘Tiempo volar’, trae bajo el brazo una curiosa anécdota, el autor recuerda que trabajaba en el taller de un artista de Bangladesh radicado en Madrid con el propósito de realizar una serie de grabados de gran formato. Mientras el grabador, escultor e ilustrador mexicano buscaba inspiración observando por la ventana, el artista quien le ofrecía el alojamiento irrumpió: “tiempo volar”, con el fin de que pusiera manos a la obra de inmediato y fue así como encontró la inspiración que buscaba a través del cristal que lo separaba de la calle, pues decidió titular de esta forma al primero de aquella serie de grabados y, ahora, la obra que incluye en esta muestra.


Entre algunos de los artistas que participan se encuentran los queretanos Alberto Solís, Alejandra Bilbao, Ernesto Zavala y Pruneda Huidobro que comparten las paredes de la galería con Carmen Cuevas, Manuel Felguérez, Vladimir Cora, Roger von Gunten, Pedro Friedeberg, Leonora Carrington, Pablo Weisz-Carrington y Esperanza Bolland, entre otros.


viernes, 18 de julio de 2008

Salumino Bacú

Ella nació en el Distrito Federal un puñado de años atrás. Él fue naturalizado mexicano después de haber visto la luz primera en Colonia Alemania en 1911. Ella se muestra inquieta ante las formas y curiosa ante las historias, él reflejó a través de su lente a los artistas que marcaron una época. Ella vistió las paredes del Museo de Arte con fotografías, resultado de un recorrido por el calor y la vida desenfadada de La Habana con ‘Bacú’, él se nos muestra gracias al esfuerzo conjunto de autoridades de la UNAM.
La maravillosa experiencia de conjugar la mirada de un fotoperiodista cultural de los años 50 con la fresca y sutil mirada de una joven, tienen cabida en el Museo de Arte que sirvió de marco para la inauguración simultánea de dos exposiciones: ‘Instantes luminosos’, del fotógrafo Juan Guzmán, y ‘Bacú’, de la fotógrafa Paola Méndez.

La isla de Bacú

Paola Méndez presenta a través de 21 fotografías un recorrido, que a lo largo de tres días, sirvió para recoger la espontaneidad y la alegría que la isla de Cuba anida en cada recoveco.
Veintiún oportunidades para que los asistentes naveguen a lo largo de los litorales que enmarcan la isla y de igual forma recorran las cálidas y coloridas calles que evocan un ayer que decidió darle la espalda a la nostalgia.
“La exposición es un suma de experiencias donde cada uno de los asistentes puede argumentar y definir la historia detrás de las miradas”, comenta la fotógrafa y continúa: “Cuando inicié el viaje fue con la impresión que ver un país en el que la gente tiene las bolsas llenas de carencias, al llegar allá y tomar mis fotografías me di cuenta de que ellos no son los pobres, a pesar de todas las cosas que no tienen son amistosos y felices, pues la felicidad y el estado de ánimo son una condición que uno decide, pobre de uno que lo tiene todo y no logra esa misma sencillez y felicidad”.

Al termino de este viaje de tres días por Cuba, la fotógrafa impregnó su trabajo de una realidad avasallante, y que desea acompañe a la gente que se interne en las piezas: “Sueñen y hagan lo que desean hacer”.

En esta exposición se dieron cita importantes personalidades de la vida política, entre las que se encontraron el Gobernador del Estado de Querétaro, Francisco Garrido, quien agradeció a Paola el haber prestado su obra para presentarla en el magnífico Museo de Arte, para posteriormente junto a la secretaria de Educación Pública, Guadalupe Murguía, el director del Instituto Queretano para la Cultura y las Artes, Manuel Naredo y la Secretaria de Turismo, Esther Carboney, realizar un recorrido por las dos exposiciones.

Luminosas miradas


El Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, a través del Instituto Queretano para la Cultura y las Artes, presentó la muestra fotográfica ‘Instantes luminosos’, de Juan Guzmán.De acuerdo con información del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes, Hans Gutmann nació en Colonia, Alemania, en 1911, y con la extensión del nazismo abandonó su país a principios de la década de los 30, instalándose en España, donde vivió la Guerra Civil (1936-39).En 1940 el artista llegó a México, donde castellanizó su nombre: Juan Guzmán, y años después adquirió la nacionalidad mexicana.En esas imágenes, el autor capta con gran nitidez los rasgos y atributos particulares de los personajes, y constituyen un registro documental de las personalidades de la cultura del momento.La presencia de Juan Guzmán se inscribe dentro del fotoperiodismo cultural de los años 50 en México, determinado en muchas ocasiones por la novedad, la comunicación directa y la lectura rápida de la imagen, que nos ofrece de los rostros de quienes construyeron en armonía con sus manos y su corazón la versatilidad y riqueza de la cultura en México.


Respiro

Se sugiere una funesta historia en los movimientos de un hombre que yace en el fondo de una tina y que paulatinamente se incorpora hasta quedar en cunclillas para posteriormente pegar fotografías a su cuerpo, ésta es la secuencia inicial de un espectáculo que por aproximadamente una hora expone el camino de una persona que arrebata su presencia del mundo, ‘Respiro’ , coreografía contemporánea interpretada, dirigida y escrita por Juan José López, inauguró el IV Festival Internacional de Danza Querétaro 2008, en el Cineteatro Rosalío Solano.
‘Respiro’, privilegiado momento que conecta al hombre con sus deseos, sentimientos y necesidades, en esta historia presentada en reversa, se nos muestra la vida de un hombre que decide cegar su vida resultado del vertiginoso ritmo de la modernidad, dinamica latente, vigorosa e inhospita que no le permite hacer una introspección acerca del camino sembrado en el transcurso de sus pasos en la tierra, y sin tener claro en qué momento su camino se tornó hacia las sombras.

“El propósito de esta historia es que la gente se identifique y vea el camino que nos ha llevado a estar donde ahora nos encontramos y que hagan la introspección para que vean si están donde realmente quieren estar, además de mostrar que somos producto de nuestras decisiones”, comenta María Luisa Fernández, directora artística.

La mirada de Ulises


Como una invitación a navegar por los mares personales que conforman nuestro propio viaje fue presentada ‘La mirada de Ulises’, espectáculo multidisciplinario inspirado en ‘La Odisea’, de Homero, que integra danza contemporánea, música electroacústica y video, en el Museo de la Ciudad.
Creación de la coreógrafa Zugazagoitia, quien se encuentra celebrando sus 25 años de intérprete y quien recibió en 2007 la beca del Programa de Fomento a Proyectos y Conversiones Culturales del FONCA, contó con el auspicio del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes.

‘La mirada de Ulises’ es una reflexión acerca de lo que hacemos de nuestra vida en este momento en que, lejos de comunicarnos y acercarnos más, nos aleja del mundo, de la realidad, de nuestra condición de seres humanos. Pero hay una esperanza: al final del viaje Ulises sigue vivo. El destino ha medido su entereza; las tentaciones han curvado su voluntad. Pero termina íntegro y de pie.
Además de Tatiana Zugazagoitia, en la obra participan los bailarines Fátima Núñez, Ana Clara Flores, Uri Campos Ruiz y Nicolás Flores. La partitura creada por Sebastián Castagna conforma los variados mundos sonoros del espectáculo, los videos de apoyo fueron realizados por Jorge Carlos Cortázar.

martes, 8 de julio de 2008

Universos defragmentados

Una noche de matices, de texturas y de ideas como resultado de una clara y profunda introspección recorren y exploran la diversidad y la complejidad de la otredad, una noche en la que el Museo de Arte inaugura simultáneamente dos exposiciones: ‘Universos de alteridad’, del reconocido queretano Rubén Maya, y ‘Sol de luna’, de Roberto Ortega, donde los autores nos presentan un sendero de caminos que se gestan bajo la luz de la curiosidad y que se bifurcan al encontrar su voz propia e individual.

  • Los Universos de Rubén Maya

Después de haber realizado una gran cantidad de instalaciones y de objetos de arte en los que intervenían técnicas multidisciplinarías, como performance e instalación, Rubén Maya decide darle voz a la mano, a su instrumento primordial, decide regresar el poder de la creación al trazo libre y a la reacción espontánea de los trazos guiados por el contacto directo con el objeto.

La intención primordial del queretano es que los asistentes se descubran en los enigmáticos rostros que se presentan a lo largo de su trabajo.

Existe un aspecto simbólico en cada una de las piezas de esta exposición, rostros y objetos se diluyen en los fondos de los retratos, creando incógnitas que sugieren en la observación su respuesta.

Esta es la premisa primordial, la observación directa y clara ante un espejo formado por sus placas, es ahí donde Rubén encuentra la relación consigo mismo y con el otro.

“Mediante este trabajo se liberan mis cuestionamientos y mis interrogantes, doy pie a que las situaciones que me provocan curiosidad tengan voz y encuentren una respuesta”, comenta Rubén.


  • Las Fragmentaciones Temporales

A través de cuarenta y siete piezas, Roberto Ortega nos presenta un trabajo retrospectivo, un trabajo que ha venido gestándose a lo largo de todos sus años de inquietudes y de descubri

miento bajo la luz de la plástica.

Un viaje nos presenta el autor donde propone un mundo de fragmentación temporal, un universo compuesto por destajos arrancados ferozmente del manto del tiempo, de una realidad

construida por diversos enfoques en el que el ‘otro’ se involucra de manera activa y dinámica.

“Esta exposición es un lenguaje que nos toca en la parte más secreta”, comenta el autor, pues expone al hombre creando su propio universo de una forma a veces onírica y a veces aproximativa.

“El tiempo no es secuencial, el tiempo ocurre en un mismo instante, nosotros lo hacemos secuencial para comprenderlo”, es la premisa básica en este trabajo presentado por Roberto, quien ha logrado reunir las piezas que integran diversos periodos de trabajo y de desarrollo creativo.

Una serie que a retrospectiva desea ser habitada por las miradas curiosas, por el pensamiento que valiente se interne en la soledad que merodea y perfuma estos óleos y por el explícito apetito de redefinirse en un universo fragmentado y alterno.