Música alejada de las complacencias, de elevados vuelos, que en su altura hace amistad con almas que puedan soportan las frías alturas, sonidos que en la cumbre se hacen tempestuosos, a veces reflexivos, otras iracundos, pero con la consigna de que en la cresta de la vanguardia permanecerán ensordecedoramente fríos, así es el trabajo que Christoph Ogiermann ha realizado a lo largo de su trayectoria y que presentó en el Museo de la Ciudad en el concierto ‘La conexión alemana, concierto remix’.
Christoph Ogiermann nació en 1967 en Bremen, Alemania. Estudió composición primeramente con Erwin Koch-Raphael; ha trabajado en varios proyectos para teatro y danza en Bremen, Berlin y Düsseldorf. Su actividad musical comprende el ser recitador, cantante, violinista, pianista; ejecutar live-electronics, y dirigir improvisaciones, música medieval y música nueva, además de pertenecer al colectivo de artistas TONTO de Graz, Austria y del PGNM (projektgruppe neue musik bremen) que organiza conciertos y un festival bienal de música contemporánea; también es fundador y curador de los conciertos REM de electroacústica en el Museo de Arte Contemporáneo, y en las Gesellschaft für Aktuelle Kunst (GAK) de Bremen.
Christoph Ogiermann transita en la vanguardia, es una de las piezas más adelantadas de un ejército, la primera línea de avanzada en exploración y combate, la renovación radical en las formas y contenidos, pues en su acto la melodía, armonía y el ritmo fueron desterrados del concepto de música dejando solamente a una genial mente detrás de una difusa zona de sonidos.
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