Uno de nosotros toca con la nariz suavemente su muslo
o se hunde en el pecho
o se descubre perdido en el desierto
Ahí donde dios y el diablo son lo mismo
y desaparecer es llegar a un lugar sencillo
y cada cosa cambia al nombrarla
Ahí en esa violenta caída del cuerpo
ofrecemos nuestros nombres
y dejamos de mirar atras
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