martes, 7 de enero de 2014
X
Hoy mi nombre es un templo sin pilares
y un tenue murmullo que sube por la garganta
Hoy mi voz es una sombra encerrada
y sangre que cae al suelo en silencio
Al borde de mis labios
se parte mi última sílaba fundamental
y me voy quedando sin deseos fugitivos
De súbito me re inventas en una hoja blanca
en un ademán urgente
en un tiempo dulce y triste
de llanto y de sueño
tan cerca de todo lo que nace nocturno
y bajo el signo del desconsuelo
En la tensión de la presa
que mira ajena su vida
y en algún dia de pulso misterioso
Hoy bajo el yugo blanco del invierno
y en su ingenua tiranía
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario