Leo: "...El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo...",cierro el libro y entonces propongo nos reunamos todos, sin excepción (nombro algunos: curas, merolicos, gitanos, inventores compulsivos, poetas revolucionarios, soñadores ingrávidos, perros callejeros y anexos) alrededor de una fogata y arrojemos ahi cuanto ejemplar exista de '100 años de Soledad', bailemos, cantemos, construyamos castillos con ramas, hojas y piedras y a partir de ese punto intentemos reconstruir el mundo con la misma efervecencia creativa-destructiva, con la que esta maravilla fue concebida.
Entonces nos daremos cuenta de que tan profunda es nuestra carencia de libertad y capacacidad de asombro.
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