Embestimos contra lo desconocido
buscando el pulso de un misterio
y no es el brillo de su espada que nos recibe
lo que nos hiere hasta la muerte
sino la ilusión destruida
Y no son los dias de olvido
que vuelan como aves negras en el horizonte
lo que oscurece al tiempo
sino estas manos que vencidos dejamos caer
La luna arañada con vagas promesas
regresa con la noche entre abierta
y trae en nuestro sueño desengaño fugaz
una verdad súbita y después una calma vacía
Es nuestra alma preguntándose si tiene forma
y belleza
recordandonos que vivimos aqui, aun si no vivimos
y solo el misterio enmarañado de lo terrible
sigue ahi, sin alguna duda
¿que viento pudiera transportar este cementerio de reflejos?
Tan tristes
Tan nuestros
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