Si no es de la sangre negra del mundo
que no corre, sino aulla
Sino es de los agujeros deformados en la memoria
de la caida y de un viento sucio
Sino es de la palabra que herida entró a un cielo estrecho
¿De que, entonces, se alimenta el tiempo?
¿bajo el nombre de que incendio perdemos los años idos?
Será de mundos que imaginamos
lejanos y vivos
donde la lluvia no azota en las ventanas
Será de una extraña sombra que cuando crece
regresa a su centro
De una forma de animal
que repite actos eternos
y desconoce nuestros nombres
Será de nosotros mismos
que nos descubrimos
con las manos levantadas
nombrando nuevamente al sol
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