La Escuela de Laudería, foro donde habitualmente se presentan solemnes recitales musicales, fue el escenario para la presentación de un quinteto norteamericano, que más que un concierto, ofreció una ‘farsa musical’.
Farsa, voz que define el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española como un estilo de obra de teatro que se basa en situaciones o atmósferas no cotidianas en las que los personajes deben ser fantásticos pero a la vez creíbles y verosímiles, y que se comportan de manera extravagante, describe a la perfección lo ocurrido en la Escuela de Laudería, gracias al enfoque de este grupo mejor conocido como Synergy brass quintet, en el marco del trigésimo aniversario del Festival de Música de Cámara de San Miguel de Allende que se presenta en nuestra ciudad.
“A nosotros no nos gustan las presentaciones en las que los asistentes deben guardar silencio y ser simples espectadores, nos gusta interactuar con la gente y hacerlas pasar un momento agradable y único, comenta el músico oriundo de Oklahoma, Bobby Thorp, quien respondió a las preguntas del público entre las piezas que interpretaban.
Para estos músicos el escenario comenzaba al cruzar la puerta de entrada de la Escuela de Laudería, pues con el fin de atrapar la atención de algún adormecido asistente corrían entre los asientos y los pasillos, ubicando sus instrumentos en diversos puntos del foro.
El Synergy brass quintet, grupo de metales que realiza aproximadamente 300 conciertos al año, está integrado por Jesse Chávez en la tuba; Jon Hurrel en el corno francés; Bo Clifton en el trombón y Bobby Thorp en la trompeta, junto a Chris O’Hara.
Versiones para metales de temas clásicos se disfrutaron durante la velada, entre los que se encontraban ‘la Obertura’, del Barbero de Sevilla de Rossini, ‘La procesión de los nobles’, de Nikolay Rimsky-Korsakov, My Heart de Louis Armstrong y Simple Gifts, de Aaron Copland.
Farsa, voz que define el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española como un estilo de obra de teatro que se basa en situaciones o atmósferas no cotidianas en las que los personajes deben ser fantásticos pero a la vez creíbles y verosímiles, y que se comportan de manera extravagante, describe a la perfección lo ocurrido en la Escuela de Laudería, gracias al enfoque de este grupo mejor conocido como Synergy brass quintet, en el marco del trigésimo aniversario del Festival de Música de Cámara de San Miguel de Allende que se presenta en nuestra ciudad.
“A nosotros no nos gustan las presentaciones en las que los asistentes deben guardar silencio y ser simples espectadores, nos gusta interactuar con la gente y hacerlas pasar un momento agradable y único, comenta el músico oriundo de Oklahoma, Bobby Thorp, quien respondió a las preguntas del público entre las piezas que interpretaban.
Para estos músicos el escenario comenzaba al cruzar la puerta de entrada de la Escuela de Laudería, pues con el fin de atrapar la atención de algún adormecido asistente corrían entre los asientos y los pasillos, ubicando sus instrumentos en diversos puntos del foro.
El Synergy brass quintet, grupo de metales que realiza aproximadamente 300 conciertos al año, está integrado por Jesse Chávez en la tuba; Jon Hurrel en el corno francés; Bo Clifton en el trombón y Bobby Thorp en la trompeta, junto a Chris O’Hara.
Versiones para metales de temas clásicos se disfrutaron durante la velada, entre los que se encontraban ‘la Obertura’, del Barbero de Sevilla de Rossini, ‘La procesión de los nobles’, de Nikolay Rimsky-Korsakov, My Heart de Louis Armstrong y Simple Gifts, de Aaron Copland.
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