lunes, 18 de octubre de 2010

Lo humano y su diferencia


Si quieres saber de que estas hecho, transcurre una de tus noches en vela, rodeado de pinos en valles fulgurantes en reino fungi.

Y bajo la incertudumbre de la tormenta: reconciliación. Se abren las venas del cielo sobre la tierra y la piel, y seguimos senderos entre aullidos celestes.

Entonces escucharás la respiración mortuoria de un cerro, su brisa negra arrastrando hojas con su autoritaria y soberbia dictadura. En su exhalación, visiones del pasado en que no deseabas nada, pero en el que tu alma se prendaba de una golondrina, asi permanecerás entre vestigios.

Esta será la música que transcurre cuando callas intuyendo gran descubrimiento.

Y antes del amanecer, recoge el reflejo tenue de la luna sobre el rio y guárdalo sobre tu rostro, así, no una vez, sino hasta que el corazón lo permita.

Es dificil determinar cuado dejamos de ser absolutamente naturales, lo que si podemos, con certeza decir es que somos pretenciosamente científicos y penosamente empíricos.
Simplificamos la experiencia humana a un sueño sin rostro.

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